Comunicación efectiva y afectiva.

 Como pueden apreciar el tema de la comunicación es vital en todo el ejercicio de recuperar la confianza mientras se forja una nueva relación de pareja. Debido a que la confianza se ha perdido, es necesario apoyar la relación en la comunicación constante. Cuidado, no nos referimos a una manipulación del uno sobre el otro. Tampoco de un control desproporcionado y enfermizo. En esta entrada nos referimos a una comunicación efectiva y afectiva. 
Efectiva, porque debe expresar a cabalidad lo que pensamos y sentimos: nuestros temores y anhelos, nuestras debilidades y la solicitud del apoyo que necesitamos de nuestra pareja para ir superando lo que nos impide confiar en el otro. Esta comunicación debe ser efectiva, desde las palabras hasta con los gestos que la acompañan. Cuando uno lleva una carreta de bueyes, ambos animales van por el mismo camino, en la misma dirección. No somos bueyes, por eso podemos comunicarnos efectivamente para en rumbar la dirección como pareja, buscando los mismos objetivos y metas. Pero en esto fallan muchas parejas: no se comunican. Es necesario tener paciencia y escucharse, aún en la discusión y aunque no lleguen a común acuerdo. Lo importante es luchar para comunicarse. Mientras exista el diálogo, hay posibilidades de seguir adelante. Sin este tipo de comunicación será difícil, si no imposible, darle vida a una nueva relación.
Pero además hay que hacer énfasis en expresar lo que se siente. Aunque genere incomodidad, hay que expresar el dolor y el temor ante la nueva relación que se está forjando. Los sentimientos se deben expresar, pues de lo contrario explotarán dentro de la persona que los carga. 
También hay que ir expresando los sentimientos positivos que surgen: la esperanza ante las actitudes de cambio en la pareja, la confianza que va renaciendo, el afecto y cariño que ambos se tienen y que les impulsa a luchar por una nueva relación. La comunicación afectiva es muy importante. No busquen expresar lo que sienten con alguien que no sea su pareja. No sea que su corazón, debilitado por la difícil experiencia, se abra demasiado en otro corazón que no sea el de su pareja. En esta etapa es fácil confundir los sentimientos y caer en peores situaciones. Dialoguen entre ustedes, platiquen sobre lo que desean hacer, discutan con respeto. Porque eso sí es muy importante, la comunicación nunca debe estar acompañada de groserías y ofensas. Eso no ayuda, más bien desparrama lo que se está construyendo.
Ánimo pues. 

• Establezcan una hora y un lugar donde puedan sentarse para dialogar y expresar las ideas y sentimientos que genera el proceso. Si tienen hijos procuren que ellos no estén presentes, pues no están preparados ni capacitados para ayudarles en ese diálogo. Al contrario, ustedes pueden hacerles daño al generar inseguridad en ellos.
• Al compartir procuren plantear sus puntos de vista con claridad, explicar el porqué de esa postura y lo que sienten al respecto. En el ejercicio de comunicación ocupen siempre esta fórmula: punto de vista + explicación + sentimiento.

• No griten. Lo que se tenga que decir debe decirse con calma. Al perder el control se pueden distanciar más sin resolver el problema que están discutiendo.
• No sólo dialoguen cosas negativas. Procuren siempre, durante el día, pensar en cosas positivas que compartir y decir del otro. Y comuníquenselo al momento del diálogo. Esto les animará a seguir adelante. No renuncien a luchar por esta nueva relación.